Diferencias entre Psicomotricidad normativa y la Psicomotricidad dinámica y aplicaciones en el aula.

La psicomotricidad es una disciplina que se ha consolidado como una herramienta fundamental en el ámbito educativo, ya que promueve el desarrollo integral de los niños y niñas. Sin embargo, dentro de la psicomotricidad encontramos diferentes enfoques y metodologías que es importante conocer para poder implementarlas de manera adecuada en el aula. En este artículo, nos centraremos en analizar las diferencias entre dos de los enfoques más conocidos: la psicomotricidad normativa y la psicomotricidad dinámica.

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La psicomotricidad normativa se basa en el desarrollo de habilidades motrices de forma progresiva y secuencial, siguiendo unos estándares considerados “normales” para cada etapa del desarrollo.

Por otro lado, la psicomotricidad dinámica se aleja de los estándares normativos y se centra en la individualidad de cada niño y niña. Se basa en la idea de que cada persona tiene su propio ritmo de desarrollo y se enfoca en potenciar la creatividad, la expresión corporal y las emociones a través del movimiento.

Es importante destacar que ambos enfoques son válidos y complementarios. La elección entre uno u otro dependerá de los objetivos que se quieran alcanzar y de las características de los niños y niñas con los que se trabaje.

Definición de psicomotricidad

La psicomotricidad es un concepto amplio que abarca la interrelación entre el cuerpo, la mente y las emociones. Se refiere a la estrecha relación existente entre los aspectos motores y psicológicos del ser humano, y cómo se expresan y se influyen mutuamente. En el ámbito educativo, la psicomotricidad se ha convertido en una herramienta fundamental para favorecer el desarrollo integral de los niños y niñas.

Desde una perspectiva psicomotriz, se entiende que el movimiento es la base crucial para el desarrollo cognitivo, afectivo y social de los individuos. A través del movimiento y la acción corporal, los niños y niñas exploran, descubren, aprenden y se relacionan con su entorno. La psicomotricidad busca promover el desarrollo armónico de todas las dimensiones del ser humano, integrando los aspectos físicos, emocionales, cognitivos y sociales.

La psicomotricidad se ocupa de observar y analizar las manifestaciones motoras, emocionales y cognitivas de las personas, teniendo en cuenta su desarrollo evolutivo. A través de diferentes actividades y propuestas, se busca estimular y potenciar las capacidades y habilidades psicomotoras de los niños y niñas, favoreciendo su crecimiento y aprendizaje.

Es importante destacar que la psicomotricidad va más allá del simple movimiento físico, ya que implica también la capacidad de percibir, comprender, expresar y regular las emociones. A través del juego, la experimentación y la interacción con el entorno, los niños y niñas desarrollan su psicomotricidad, fortaleciendo su autoestima, su confianza en sí mismos y su capacidad para relacionarse con los demás.

Psicomotricidad normativa

La psicomotricidad normativa es un enfoque dentro de la psicomotricidad que se basa en el establecimiento de estándares considerados “normales” para el desarrollo motor de los niños y niñas en cada etapa de su crecimiento. Se enfoca en el desarrollo progresivo y secuencial de habilidades motoras, teniendo en cuenta las capacidades y logros esperados para cada edad.

Una de las características principales de la psicomotricidad normativa es su orientación hacia la adquisición de habilidades motoras específicas. Se establecen metas y objetivos concretos en relación con aspectos como la coordinación motora, el equilibrio, la lateralidad, la estructuración espacio-temporal, entre otros. Se busca que los niños y niñas alcancen los hitos considerados “normales” para su edad, siguiendo una progresión lógica y secuencial.

Objetivos y enfoque de la psicomotricidad normativa:

Los objetivos principales de la psicomotricidad normativa están centrados en el desarrollo armónico de las habilidades psicomotoras de los niños y niñas. Se busca potenciar su capacidad motriz, mejorar su coordinación, equilibrio y control postural, así como favorecer el desarrollo de la lateralidad y la percepción espacio-temporal.

El enfoque de la psicomotricidad normativa se basa en una visión estructurada y progresiva del desarrollo motor. Se establecen etapas y secuencias de aprendizaje, considerando las habilidades y capacidades esperadas para cada una. Se emplea una metodología basada en ejercicios y actividades estructuradas, que permiten a los niños y niñas ir avanzando y superando progresivamente los desafíos planteados.

Metodología y actividades de la psicomotricidad normativa

En la psicomotricidad normativa se utilizan actividades y ejercicios que están diseñados de acuerdo a los estándares de desarrollo motor establecidos. Estas actividades se enfocan en la mejora de habilidades específicas, como lanzar, saltar, correr, trepar, entre otras. Se pueden utilizar materiales y juegos que estimulen el desarrollo motor, como circuitos de psicomotricidad, juegos de equilibrio, actividades de coordinación mano-ojo, entre otros.

La metodología se basa en una progresión gradual y secuencial, de manera que los niños y niñas puedan ir adquiriendo las habilidades de forma ordenada. Se utilizan instrucciones claras y precisas, se establecen tiempos de práctica y se fomenta la repetición para afianzar las habilidades motoras.

Beneficios y aplicaciones en la educación de la psicomotricidad normativa

La psicomotricidad normativa aporta numerosos beneficios en el ámbito educativo. Algunos de ellos son:

• Mejora de la coordinación motora y el equilibrio.
• Desarrollo de la lateralidad y la estructuración espacio-temporal.
• Estimulación de la concentración y la atención.
• Fomento de la autonomía y la confianza en sí mismos.
• Potenciación de habilidades sociales y de trabajo en equipo.
• Prevención y corrección de posibles dificultades o retrasos en el desarrollo motor.

En cuanto a las aplicaciones en la educación, la psicomotricidad normativa se utiliza en escuelas y centros educativos para apoyar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Se implementa en el currículo escolar como parte de las actividades físicas y recreativas, así como en programas específicos de educación especial o de atención a la diversidad. La psicomotricidad normativa contribuye a promover un desarrollo integral de los niños y niñas, mejorando su rendimiento académico, su bienestar emocional y su relación con el entorno.

Psicomotricidad dinámica

La psicomotricidad dinámica es un enfoque dentro de la psicomotricidad que se centra en la individualidad y la expresión libre del niño o niña a través del movimiento. Se basa en la idea de que cada persona tiene su propio ritmo de desarrollo y su forma única de expresarse corporalmente.

Los principios fundamentales de la psicomotricidad dinámica incluyen el respeto por la individualidad y la espontaneidad del niño o niña, el fomento de la creatividad y la expresión libre, así como la importancia de la integración entre el cuerpo, la mente y las emociones. Se valora el movimiento como una forma de comunicación y exploración del mundo interno y externo.

Diferencias con la psicomotricidad normativa

La psicomotricidad dinámica se diferencia de la psicomotricidad normativa en varios aspectos. Mientras que la psicomotricidad normativa se centra en el cumplimiento de estándares de desarrollo motor considerados “normales”, la psicomotricidad dinámica se enfoca en el desarrollo individual y en la expresión libre a través del movimiento.

En la psicomotricidad dinámica no se establecen metas específicas ni se sigue una secuencia progresiva predefinida. Se prioriza la espontaneidad y la exploración personal, permitiendo que el niño o niña se exprese de acuerdo a su propio ritmo y estilo.

Enfoque y perspectivas teóricas de la psicomotricidad dinámica

La psicomotricidad dinámica se basa en diferentes enfoques y perspectivas teóricas. Algunas de las corrientes que influyen en este enfoque son la psicología humanista, la teoría de la Gestalt, la teoría psicoanalítica y la teoría del desarrollo de la personalidad.

Estas perspectivas teóricas enfatizan la importancia de la libertad de expresión, la creatividad, la autoexploración y el autoconocimiento. Se considera al cuerpo como una fuente de información y de comunicación emocional, y se busca que el niño o niña pueda expresar sus emociones, pensamientos y vivencias a través del movimiento.

Metodología y actividades de la psicomotricidad dinámica

En la psicomotricidad dinámica, se promueve la realización de actividades y propuestas que fomenten la exploración, la creatividad y la expresión personal. Se utilizan juegos simbólicos, improvisaciones, danzas, dramatizaciones y actividades lúdicas que permitan al niño o niña expresarse y comunicarse corporalmente.

La metodología se basa en la observación del niño o niña, la escucha activa y el acompañamiento respetuoso. Se brinda un espacio seguro y acogedor, donde se fomente la confianza y se respete la expresión individual. El adulto facilitador está presente como un guía que acompaña y estimula, sin imponer ni dirigir el movimiento del niño o niña.

Beneficios y aplicaciones en la educación de la psicomotricidad dinámica

La psicomotricidad dinámica aporta numerosos beneficios en el ámbito educativo. Algunos de ellos incluyen la estimulación de la creatividad y la expresión personal. Además, fomenta la autoestima y la confianza en sí mismo, así como el desarrollo de habilidades sociales y de comunicación no verbal. También contribuye a la mejora de la regulación emocional y la gestión del estrés. Asimismo, potencia la autonomía y la toma de decisiones, y favorece el autoconocimiento y el desarrollo personal.

En este sentido, la psicomotricidad dinámica brinda a los niños y niñas la oportunidad de explorar su potencial creativo, expresarse libremente y desarrollar su identidad y bienestar emocional. A través de esta práctica, los estudiantes pueden descubrir y desplegar su creatividad, fortalecer su autoestima al expresarse auténticamente y ganar confianza en sus habilidades. Además, al participar en actividades de psicomotricidad dinámica, los niños y niñas tienen la oportunidad de interactuar de manera no verbal, mejorando así sus habilidades de comunicación y su comprensión emocional.

La psicomotricidad dinámica también desempeña un papel fundamental en la regulación emocional y la gestión del estrés. Al permitir a los niños y niñas explorar y expresar sus emociones a través del movimiento, se les brinda una vía saludable para liberar tensiones y aprender a regular sus estados emocionales. Esta práctica fomenta la autonomía y la toma de decisiones, ya que los estudiantes son libres de elegir y experimentar con diferentes movimientos y expresiones.

Finalmente, la psicomotricidad dinámica promueve el autoconocimiento y el desarrollo personal de los niños y niñas. A través de la exploración y la expresión personal, los estudiantes tienen la oportunidad de conocerse mejor, descubrir sus capacidades y limitaciones, y desarrollar una mayor conciencia de sí mismos. Esto contribuye a su crecimiento personal y a su bienestar general.

Comparación entre psicomotricidad normativa y psicomotricidad dinámica

La psicomotricidad normativa y la psicomotricidad dinámica pueden ser aplicadas en diferentes contextos, aunque su enfoque y alcance pueden variar.

La psicomotricidad normativa se aplica en entornos educativos formales, como escuelas y centros educativos, así como en programas de educación especial. Se utiliza principalmente como una herramienta para el desarrollo motor y cognitivo de los niños y niñas, siguiendo estándares de desarrollo establecidos.

Por otro lado, la psicomotricidad dinámica encuentra su aplicación en diversos ámbitos, como la educación, la terapia y la recreación. Se puede utilizar tanto en entornos educativos formales como en talleres de expresión corporal, terapias psicomotoras, actividades artísticas o espacios de desarrollo personal.

Enfoque teórico y metodológico de la psicomotricidad normativa y la psicomotricidad dinámica

La psicomotricidad normativa se basa en un enfoque más estructurado y secuencial del desarrollo motor. Utiliza una metodología con actividades planificadas y progresivas, siguiendo estándares y objetivos específicos para cada etapa del desarrollo. Su enfoque teórico se centra en la adquisición de habilidades motoras y en el cumplimiento de hitos considerados “normales” para cada edad.

Por otro lado, la psicomotricidad dinámica se basa en un enfoque más libre y personalizado. Se enfoca en la individualidad y la expresión única de cada niño o niña. Utiliza una metodología que fomenta la espontaneidad, la creatividad y la libre exploración a través del movimiento. Su enfoque teórico se sustenta en perspectivas como la psicología humanista, la teoría de la Gestalt y el desarrollo personal.

Beneficios y resultados en el desarrollo psicomotor de la psicomotricidad normativa y la psicomotricidad dinámica:

Tanto la psicomotricidad normativa como la psicomotricidad dinámica aportan beneficios en el desarrollo psicomotor de los niños y niñas, aunque con enfoques y resultados distintos.

La psicomotricidad normativa contribuye al desarrollo de habilidades motoras específicas, mejorando la coordinación, el equilibrio y la lateralidad. Proporciona un marco estructurado que permite a los niños y niñas adquirir habilidades de manera progresiva, lo que puede facilitar su desarrollo motor y su rendimiento en actividades académicas.

Por su parte, la psicomotricidad dinámica enfatiza la expresión personal y la creatividad a través del movimiento. Fomenta la exploración y la experimentación, promoviendo el autoconocimiento, la autoestima y la autonomía. Sus resultados se centran en el desarrollo emocional, la mejora de la comunicación no verbal y la regulación emocional.

Consideraciones para la implementación en el ámbito educativo de la psicomotricidad normativa y la psicomotricidad dinámica

Al implementar la psicomotricidad normativa en el ámbito educativo, es importante tener en cuenta la adecuación de las actividades y ejercicios al nivel de desarrollo motor de los niños y niñas. Además, se deben establecer objetivos claros y progresivos para guiar su progreso, al mismo tiempo que se utiliza una metodología estructurada que facilite el seguimiento y la evaluación de su desarrollo.

Por otro lado, en el caso de la psicomotricidad dinámica, se vuelve fundamental proporcionar un ambiente seguro y respetuoso donde los niños y niñas se sientan en libertad para expresarse y explorar. Es crucial ofrecer actividades que estimulen su creatividad y promuevan la expresión personal, permitiendo que cada uno se desenvuelva de acuerdo a su ritmo y estilo de movimiento.

Es recomendable combinar ambos enfoques de psicomotricidad, teniendo en cuenta las necesidades y características individuales de los niños y niñas. La integración de elementos de psicomotricidad normativa y dinámica puede enriquecer su experiencia, potenciando así su desarrollo integral. Al combinar la estructura y progresión de la psicomotricidad normativa con la libertad y expresión personal de la psicomotricidad dinámica, se crea un entorno completo que fomenta el crecimiento motor y emocional de los estudiantes.

Conclusiones Psicomotricidad normativa y la Psicomotricidad dinámica. Diferencias y aplicaciones en el aula.

En conclusión, tanto la psicomotricidad normativa como la psicomotricidad dinámica son enfoques dentro de la psicomotricidad que presentan diferencias significativas en su concepto, enfoque teórico, metodología y resultados.

En cuanto a la psicomotricidad normativa, se enfoca en el desarrollo progresivo y secuencial de habilidades motoras específicas, siguiendo estándares considerados “normales”. Se aplica en entornos educativos formales, mejorando la coordinación, el equilibrio y otras habilidades psicomotoras.

Por otro lado, la psicomotricidad dinámica se centra en la individualidad y la expresión personal a través del movimiento. Se basa en la idea de que cada persona tiene su propio ritmo de desarrollo y estilo de expresión corporal. Se utiliza en diversos contextos, como la educación, la terapia y la recreación, fomentando la creatividad y la exploración personal.

Ambos enfoques ofrecen beneficios en el desarrollo psicomotor, aunque con énfasis distintos. La psicomotricidad normativa mejora habilidades motoras específicas y puede facilitar el rendimiento académico, mientras que la psicomotricidad dinámica potencia la expresión personal, el autoconocimiento y la regulación emocional.

En el ámbito educativo, es recomendable considerar la combinación de ambos enfoques, adaptándolos a las necesidades y características individuales de los niños y niñas. La integración de elementos de psicomotricidad normativa y dinámica puede proporcionar una experiencia enriquecedora, promoviendo el desarrollo integral de los estudiantes.

En última instancia, la elección entre psicomotricidad normativa y dinámica dependerá de los objetivos, las características del grupo y las preferencias del profesional de la educación. Ambos enfoques desempeñan un papel importante en el desarrollo motor y emocional de los niños y niñas, contribuyendo a su crecimiento y bienestar.