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Psicomotricidad y estimulación temprana: el viaje hacia el crecimiento pleno

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Psicomotricidad y estimulación temprana: el viaje hacia el crecimiento pleno

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Los primeros años de vida son fundamentales en el desarrollo de un niño. Durante esta etapa temprana, se producen avances significativos en todas las áreas de desarrollo, desde el crecimiento físico hasta el desarrollo cognitivo y emocional. Es en este período donde la psicomotricidad y estimulación temprana juegan un papel clave, proporcionando las bases sólidas para el futuro del niño.

Dentro de este artículo, no solo exploraremos la importancia de la psicomotricidad en la estimulación temprana, sino que también queremos brindarte la oportunidad de adquirir conocimientos prácticos y valiosos. Por eso, te recomendamos nuestros cursos gratuitos de Estimulación Temprana y Psicomotricidad en el aulapara personal del sector educativo. Estos cursos te proporcionarán herramientas fundamentales para comprender y aplicar de manera efectiva estas disciplinas en el desarrollo de los niños. ¡No pierdas la oportunidad de potenciar tu aprendizaje y enriquecer tu práctica educativa con nuestros cursos gratuitos!

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Dentro de la estimulación temprana, un aspecto esencial que no podemos pasar por alto es la psicomotricidad. La psicomotricidad se refiere a la estrecha relación entre los procesos cognitivos, emocionales y motores, y cómo se manifiestan a través del movimiento. Es en esta interacción entre mente y cuerpo donde se encuentra su verdadero poder para potenciar el desarrollo infantil.

La psicomotricidad, en el contexto de la estimulación temprana, se convierte en una herramienta invaluable para ayudar a los niños a explorar y comprender el mundo que les rodea. A través de actividades y juegos adecuados, se promueve el desarrollo motor, la coordinación, la percepción espacial, la orientación temporal y la integración sensorial.

Es hora de sumergirnos en el apasionante mundo de la psicomotricidad en la estimulación temprana y descubrir cómo podemos ayudar a nuestros hijos a alcanzar todo su potencial desde sus primeros años de vida.

Definición de la psicomotricidad

La psicomotricidad es una disciplina que estudia la estrecha relación entre los procesos psicológicos y motores en el ser humano. Se centra en el análisis de cómo los aspectos cognitivos, emocionales y físicos interactúan y se expresan a través del movimiento corporal.

Relación con el desarrollo motor y cognitivo

La psicomotricidad desempeña un papel fundamental en el desarrollo motor y cognitivo de los individuos, especialmente durante los primeros años de vida. A medida que los niños crecen, adquieren nuevas habilidades motoras y cognitivas, y la psicomotricidad les brinda las bases para un desarrollo saludable en ambos aspectos.

En términos del desarrollo motor, la psicomotricidad aborda el dominio y control del propio cuerpo, la coordinación, el equilibrio, la motricidad fina y gruesa, así como la capacidad de planificar y ejecutar movimientos adecuados. A través de actividades psicomotoras, los niños mejoran su capacidad de manipular objetos, gatear, caminar, correr y realizar movimientos más complejos.

En cuanto al desarrollo cognitivo, la psicomotricidad promueve la integración entre la mente y el cuerpo. Estimula la percepción sensorial, la atención, la memoria, la concentración y la resolución de problemas. Al moverse y explorar su entorno, los niños adquieren experiencias sensoriales que les permiten construir conceptos, comprender relaciones espaciales y temporales, y desarrollar habilidades cognitivas esenciales.

Enfoque integral

Un aspecto clave de la psicomotricidad es su enfoque integral, que considera los aspectos físicos, emocionales y cognitivos como partes interdependientes de la experiencia humana. Reconoce que el movimiento no solo es una respuesta física, sino también un reflejo de nuestros estados emocionales y mentales.

La psicomotricidad se preocupa por el bienestar emocional de los individuos, ya que las experiencias motrices pueden ayudar a expresar y canalizar emociones. Asimismo, la conexión entre el cuerpo y la mente es fundamental para el desarrollo de la identidad y la autoestima, así como para la adquisición de habilidades sociales y comunicativas.

Este enfoque integral nos muestra cómo la psicomotricidad no se limita solo al movimiento físico, sino que se entrelaza con la esfera emocional y cognitiva del individuo. A través de actividades y juegos adecuados, se busca fortalecer la interacción y equilibrio entre estos aspectos, promoviendo así un desarrollo global y armónico.

Su enfoque integral reconoce la interdependencia entre los aspectos físicos, emocionales y cognitivos, y busca promover un desarrollo equilibrado en todas estas áreas.

Estimulación temprana: ¿Qué es y por qué es importante?

La estimulación temprana se refiere al conjunto de actividades y experiencias diseñadas para promover el desarrollo integral de los niños durante los primeros años de vida, desde el nacimiento hasta los seis años aproximadamente. Su objetivo principal es proporcionar un entorno enriquecido que favorezca el desarrollo físico, cognitivo, emocional y social en esta etapa crucial de crecimiento.

Durante los primeros años, el cerebro del niño experimenta un rápido desarrollo y es altamente receptivo a las experiencias y estímulos del entorno. La estimulación temprana busca aprovechar esta plasticidad cerebral para potenciar las conexiones neuronales y sentar bases sólidas para un desarrollo saludable y equilibrado a lo largo de la vida.

La importancia de la estimulación temprana radica en que los primeros años son fundamentales para el desarrollo de capacidades cognitivas, habilidades motoras, competencias emocionales y sociales. Durante este período crítico, los niños adquieren habilidades lingüísticas, desarrollan la capacidad de resolver problemas, fortalecen sus habilidades motoras y establecen vínculos afectivos con su entorno.

Una estimulación temprana adecuada proporciona una serie de beneficios a largo plazo. Los niños que han tenido experiencias enriquecedoras desde temprana edad tienden a presentar un mejor rendimiento académico en etapas posteriores, desarrollan habilidades de pensamiento crítico, tienen una mayor capacidad de adaptación y resiliencia, y muestran una mayor autonomía y autoconfianza en sus habilidades.

Además, la estimulación temprana puede ser especialmente beneficiosa para niños con necesidades especiales o en situaciones de riesgo, ya que contribuye a minimizar posibles retrasos en su desarrollo y les brinda herramientas para enfrentar desafíos futuros.

El apego seguro y la interacción positiva con adultos significativos son fundamentales para el desarrollo emocional y social de los niños.

La relación entre psicomotricidad y estimulación temprana

La psicomotricidad juega un papel crucial en la estimulación temprana al proporcionar una perspectiva integral del desarrollo infantil. Se integra de manera activa y significativa en las actividades y experiencias diseñadas para potenciar el crecimiento en los primeros años de vida.

La psicomotricidad se enfoca en el movimiento y su relación con los procesos cognitivos y emocionales. A través de actividades psicomotoras específicas, los niños exploran su entorno, adquieren nuevas habilidades motoras, experimentan sensaciones táctiles, visuales y kinestésicas, y desarrollan su capacidad para coordinar y controlar su propio cuerpo.

En el contexto de la estimulación temprana, la psicomotricidad aborda el desarrollo global del niño, considerando aspectos físicos, emocionales y cognitivos. Las actividades psicomotoras contribuyen a cada una de estas áreas de desarrollo de la siguiente manera:

Desarrollo físico

Las actividades psicomotoras fomentan el desarrollo físico del niño, fortaleciendo su sistema muscular, mejorando la coordinación motora, promoviendo la adquisición de habilidades motrices finas y gruesas, y desarrollando la percepción espacial y temporal. A través del movimiento y la manipulación de objetos, los niños mejoran su equilibrio, fuerza, flexibilidad y destrezas motoras fundamentales.

Desarrollo emocional

La psicomotricidad permite a los niños expresar y regular sus emociones a través del movimiento. Las actividades psicomotoras brindan un espacio seguro para liberar tensiones emocionales, canalizar la energía y experimentar la satisfacción de lograr metas físicas. Además, el juego y la interacción en contextos psicomotores fomentan el desarrollo de la autoestima, la confianza en sí mismos, la autonomía y la capacidad de trabajar en equipo.

Desarrollo cognitivo

Las actividades psicomotoras desafían y estimulan el pensamiento y la resolución de problemas. A través de juegos de construcción, laberintos, rompecabezas y otras actividades motoras, los niños desarrollan habilidades de planificación, atención, memoria, percepción visual y comprensión de conceptos espaciales. Además, la integración de los movimientos con el pensamiento fomenta el desarrollo de habilidades cognitivas superiores, como la creatividad, la imaginación y la capacidad de abstracción.

Las actividades psicomotoras en la estimulación temprana se diseñan de manera lúdica y adaptada a las capacidades y necesidades de cada niño. Se centran en el disfrute, la exploración, el descubrimiento y el aprendizaje activo. Proporcionan un entorno estimulante que promueve el desarrollo global, favorece la integración sensorial, potencia el desarrollo de habilidades motrices específicas y estimula el desarrollo cognitivo y emocional del niño.

Las actividades psicomotoras proporcionan oportunidades para el desarrollo motor, emocional y cognitivo, permitiendo que los niños exploren, aprendan y crezcan de manera integral en sus primeros años de vida.

Desarrollo psicomotor en la estimulación temprana

El desarrollo psicomotor en la estimulación temprana abarca una amplia gama de habilidades motoras que se adquieren y perfeccionan durante los primeros años de vida. Estas habilidades motoras se dividen en dos categorías principales: motor grueso y motor fino.

Desarrollo de habilidades motoras gruesas

1. Control de la cabeza: Los bebés desarrollan gradualmente la capacidad de sostener y levantar la cabeza mientras están acostados boca abajo, lo que fortalece los músculos del cuello.

2. Rodar: A medida que los bebés ganan fuerza en la parte superior del cuerpo, comienzan a rodar de la espalda al estómago y viceversa.

3. Sentarse: Aproximadamente a los 6-8 meses, los bebés pueden sentarse sin apoyo, lo que les permite explorar el entorno de manera más independiente.

4. Gatear: Alrededor de los 8-10 meses, los bebés comienzan a gatear, lo que fortalece los músculos de las extremidades superiores e inferiores y mejora la coordinación y el equilibrio.

5. Pararse y caminar: A medida que los músculos de las piernas se fortalecen, los bebés aprenden a pararse y, eventualmente, a dar sus primeros pasos independientes.

Desarrollo de habilidades motoras finas

1. Agarre y manipulación: Los bebés comienzan a desarrollar la capacidad de agarrar objetos con la mano, primero de forma refleja y luego de manera intencional. Alrededor de los 9 meses, pueden usar el agarre de pinza para agarrar objetos pequeños.

2. Coordinación ojo-mano: A medida que los bebés exploran y manipulan objetos, mejoran su coordinación entre la vista y el movimiento de las manos, lo que les permite alcanzar, agarrar y soltar objetos con precisión.

3. Manipulación de objetos pequeños: A medida que crecen, los niños desarrollan habilidades para manipular objetos más pequeños, como insertar y apilar bloques, encajar piezas de rompecabezas y manipular botones o cremalleras.

4. Habilidades de escritura y dibujo: A partir de los 2-3 años, los niños comienzan a desarrollar habilidades preescriturales, como hacer garabatos, trazar líneas y círculos, lo que sienta las bases para la escritura posterior.

Ejemplos prácticos de actividades que fomentan el desarrollo psicomotor

Existen diversas actividades que pueden fomentar el desarrollo psicomotor tanto en el ámbito motor grueso como fino. Algunos ejemplos prácticos incluyen juegos de pelota para mejorar la coordinación y el equilibrio, juegos de construcción para fortalecer los músculos y la coordinación mano-ojo, actividades de pintura y dibujo para desarrollar la destreza fina y juegos de enhebrado para mejorar la coordinación motora.

Además, actividades como el juego al aire libre, la danza, los juegos de imitación y los juegos sensoriales también promueven el desarrollo psicomotor de manera divertida y estimulante.

Es importante tener en cuenta que cada niño se desarrolla a su propio ritmo, por lo que es necesario adaptar las actividades a sus habilidades y necesidades individuales. Estimular el desarrollo psicomotor en la estimulación temprana es fundamental para sentar las bases de un crecimiento saludable y un desarrollo integral en los primeros años de vida.

La importancia del juego en la psicomotricidad y la estimulación temprana

La importancia del juego en la psicomotricidad y la estimulación temprana es fundamental, ya que el juego es una herramienta natural y poderosa para promover el desarrollo físico, cognitivo, emocional y social de los niños.

A través del juego, los niños exploran, experimentan, descubren y aprenden de manera activa y placentera, lo que contribuye significativamente al desarrollo integral.

El juego proporciona múltiples beneficios para el desarrollo psicomotor de los niños, ya que involucra el movimiento y la interacción con el entorno.

Desarrollo de habilidades motoras tanto gruesas como finas.

Al participar en diferentes tipos de juegos, los niños desarrollan habilidades motoras tanto gruesas como finas, mejoran su equilibrio, coordinación, fuerza muscular y resistencia. Por ejemplo:

1. Juegos de movimiento: Correr, saltar, trepar, balancearse y jugar a atrapar ayudan a desarrollar habilidades motoras gruesas, fortaleciendo los músculos y mejorando el equilibrio y la coordinación.

2. Juegos de construcción y manipulación: Al construir con bloques, apilar piezas, encajar rompecabezas o manipular objetos pequeños, los niños desarrollan habilidades motoras finas, mejorando la destreza manual, la coordinación ojo-mano y la precisión de movimientos.

3. Juegos simbólicos o de imitación: Al fingir ser diferentes personajes, jugar a ser papás, médicos, cocineros, entre otros, los niños realizan movimientos que implican coordinación, equilibrio y manipulación de objetos, al tiempo que estimulan su imaginación y creatividad.

4. Juegos de reglas y roles: Al participar en juegos estructurados con reglas, como juegos de mesa o deportes, los niños desarrollan habilidades motoras, coordinación, agilidad y resistencia, así como la capacidad de seguir instrucciones y respetar normas.

Desarrollo cognitivo

Además del desarrollo motor, el juego también tiene un impacto significativo en el desarrollo cognitivo de los niños.

A través del juego, los niños ejercitan habilidades como la resolución de problemas, la toma de decisiones, la planificación, la atención y la memoria.

Por ejemplo:

1. Juegos de construcción y rompecabezas: Estos juegos desafían a los niños a resolver problemas espaciales, a planificar y visualizar la forma en que las piezas encajan o cómo se pueden construir estructuras estables.

2. Juegos de memoria y asociación: Los juegos de memoria, como parejas de cartas, estimulan la memoria visual y la capacidad de concentración.

3. Juegos de roles y dramatización: Estos juegos fomentan la imaginación, el pensamiento abstracto y la capacidad de crear narrativas y representar diferentes roles y escenarios.

Desarrollo emocional y social de los niños

El juego también contribuye al desarrollo emocional y social de los niños, ya que les permite expresar sus emociones, aprender a compartir, colaborar, resolver conflictos y desarrollar habilidades sociales. A través del juego, los niños exploran diferentes roles sociales, establecen vínculos afectivos con otros niños y adultos, y aprenden a regular sus emociones.

A través del juego, los niños desarrollan habilidades motoras, cognitivas, emocionales y sociales, sentando las bases para un crecimiento saludable y un aprendizaje significativo.

Estrategias para promover la psicomotricidad en la estimulación temprana

Para promover la psicomotricidad en la estimulación temprana, existen diversas estrategias y enfoques que se pueden utilizar.

Presentación de diferentes enfoques y métodos utilizados para estimular la psicomotricidad en los primeros años.

Aquí te presento algunos de ellos, junto con sugerencias prácticas para padres y educadores sobre cómo implementar estas estrategias en el día a día:

Juego libre

Fomenta el juego libre y espontáneo, donde los niños puedan explorar su entorno, experimentar con diferentes materiales y desarrollar sus habilidades motoras de manera autónoma. Proporciona un entorno seguro y diverso con juguetes y objetos adecuados para su edad.

Sugerencia práctica

Reserve un espacio de juego seguro en casa o en el aula, con una variedad de juguetes, bloques, pelotas y materiales manipulativos. Anime a los niños a explorar, construir, trepar, saltar y moverse libremente.

Juegos de movimiento

Organiza juegos y actividades que involucren movimientos corporales, como juegos de persecución, carreras de relevos, saltos de obstáculos y bailes. Estos juegos promueven el desarrollo de habilidades motoras gruesas, la coordinación y el equilibrio.

Sugerencia práctica
Organice una “carrera de obstáculos” en el patio o en una habitación espaciosa, donde los niños deban saltar, gatear, trepar y equilibrarse en diferentes estaciones.

Actividades manipulativas

Proporciona actividades que requieran la manipulación de objetos pequeños, como enhebrar cuentas, construir con bloques o manipular rompecabezas. Estas actividades desarrollan habilidades motoras finas, coordinación ojo-mano y destreza manual.

Sugerencia práctica

Prepare una bandeja con diferentes objetos y materiales manipulativos, como cuentas, cordones, bloques de construcción y rompecabezas. Anime a los niños a explorar y manipular estos objetos, fomentando su destreza manual.

Juegos sensoriales

Ofrece experiencias sensoriales enriquecedoras, como jugar con arena, agua, pinturas o masas sensoriales. Estas actividades estimulan los sentidos, promueven la coordinación motora y el desarrollo de la percepción sensorial.

Sugerencia práctica

Prepare una bandeja con arena, agua o una masa sensorial hecha en casa. Proporcione herramientas de juego como cucharas, moldes o pinceles para que los niños exploren y experimenten diferentes texturas.

Juegos de equilibrio y coordinación

Integra juegos y actividades que desafíen el equilibrio y la coordinación motora, como caminar en una línea recta, saltar en un solo pie o jugar a las sillas musicales. Estas actividades desarrollan la coordinación motora y fortalecen los músculos del cuerpo.

Sugerencia práctica

Organice una “caminata de equilibrio” en el jardín o en una sala amplia, donde los niños deban caminar sobre una línea imaginaria o una cuerda en el suelo, manteniendo el equilibrio.

Juegos de imitación y dramatización

Fomenta el juego de roles y la dramatización, donde los niños puedan representar diferentes personajes y situaciones. Esto promueve el desarrollo motor, la imaginación y la creatividad.

Sugerencia práctica

Proporcione disfraces, accesorios y elementos para la dramatización, como cocinas de juguete, teléfonos, muñecas o herramientas de construcción. Anime a los niños a interpretar diferentes roles y escenarios, involucrando movimientos y gestos relacionados.

Estas estrategias pueden adaptarse a las necesidades y preferencias individuales de los niños, fomentando un ambiente lúdico y enriquecedor que promueva su desarrollo psicomotor.

Evaluación de la psicomotricidad en la estimulación temprana

La evaluación del desarrollo psicomotor en la estimulación temprana es fundamental para monitorear el progreso de los niños, identificar posibles retrasos o dificultades, y adaptar las estrategias de estimulación de manera individualizada. La evaluación proporciona información valiosa sobre las habilidades motoras y el nivel de desarrollo de cada niño, permitiendo una intervención temprana y adecuada.

Herramientas y métodos de evaluación utilizados por profesionales en el campo de la estimulación temprana y la psicomotricidad

Existen diversas herramientas y métodos de evaluación utilizados por profesionales en el campo de la estimulación temprana y la psicomotricidad. A continuación, se mencionan algunos de ellos:

Observación directa

Los profesionales observan y registran las habilidades y comportamientos motores de los niños en situaciones de juego y actividades específicas. La observación directa permite obtener información detallada sobre el desarrollo motor, la coordinación, el equilibrio, la manipulación y otras habilidades psicomotoras.

Cuestionarios y escalas de desarrollo

Se utilizan cuestionarios estructurados o escalas de desarrollo para evaluar el progreso motor de los niños. Estas herramientas proporcionan una visión general del desarrollo motor en diferentes áreas, como el control de la cabeza, la manipulación de objetos, el equilibrio y la locomoción.

Pruebas estandarizadas

Algunas pruebas estandarizadas, como la Evaluación de la Motricidad Infantil (EMI) o la Evaluación de la Psicomotricidad en Educación Infantil (EPSEI), se utilizan para evaluar de manera más exhaustiva el desarrollo psicomotor de los niños. Estas pruebas incluyen diferentes tareas y actividades que evalúan habilidades específicas en relación con la edad cronológica.

Entrevistas y anamnesis

Los profesionales recopilan información a través de entrevistas con los padres o cuidadores, obteniendo datos sobre el desarrollo motor del niño, hitos alcanzados, preocupaciones o dificultades observadas. La anamnesis permite obtener una visión completa del desarrollo psicomotor y de otros aspectos relacionados con la estimulación temprana.

Es importante destacar que la evaluación del desarrollo psicomotor debe ser realizada por profesionales capacitados, como psicólogos, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas

La psicomotricidad como apoyo en el tratamiento de dificultades del desarrollo

La psicomotricidad desempeña un papel fundamental como apoyo en el tratamiento de dificultades del desarrollo en los primeros años de vida. A través de actividades y ejercicios específicos, la psicomotricidad puede ayudar a abordar y superar dificultades motoras y cognitivas, promoviendo el desarrollo integral de los niños. Algunos trastornos del desarrollo en los que la psicomotricidad puede tener un papel relevante son:

Trastornos del espectro autista (TEA)

La psicomotricidad puede ayudar a los niños con TEA a desarrollar habilidades motoras y cognitivas, así como a mejorar su comunicación y socialización. A través de actividades que fomenten el movimiento, la coordinación, la comunicación no verbal y la interacción social, se puede favorecer el desarrollo global de estos niños.

Trastorno del desarrollo psicomotor

La psicomotricidad es esencial en el abordaje de los trastornos del desarrollo psicomotor, como la dispraxia o la discinesia. A través de actividades que mejoren la coordinación motora, el equilibrio, la planificación y la ejecución de movimientos, se pueden potenciar las habilidades motoras y reducir las dificultades asociadas.

Retraso del desarrollo global

La psicomotricidad puede ser una herramienta eficaz para estimular y promover el desarrollo global en niños con retraso del desarrollo.

Además, mediante actividades que favorezcan la movilidad, la manipulación de objetos, la coordinación motora y el juego simbólico, se pueden fortalecer las habilidades motoras, cognitivas y emocionales de estos niños.

En consecuencia, al incorporar la psicomotricidad como parte de su intervención, se les brinda una oportunidad invaluable para explorar su entorno, adquirir nuevas destrezas y alcanzar un progreso significativo en su desarrollo.

Asimismo, a través de la participación en actividades que involucren movimientos y ejercicios adecuados, los niños con retraso del desarrollo pueden mejorar su coordinación, fuerza muscular y equilibrio, lo que a su vez contribuye a una mejor movilidad y autonomía. Además, el juego simbólico fomenta la expresión emocional, la creatividad y la capacidad de socialización, permitiéndoles interactuar con otros niños y desarrollar habilidades sociales importantes.

Trastornos del aprendizaje

La psicomotricidad puede ser de gran ayuda en el abordaje de trastornos del aprendizaje, como la dislexia o la discalculia. A través de actividades que estimulen la percepción visual y espacial, la lateralidad, la memoria corporal y la planificación motora, se pueden fortalecer las bases neurosensoriales y cognitivas necesarias para el aprendizaje.

Es importante destacar que la intervención psicomotriz debe ser realizada por profesionales especializados en psicomotricidad o terapeutas ocupacionales. Quienes diseñarán un programa personalizado según las necesidades y características de cada niño. La psicomotricidad, combinada con otras intervenciones terapéuticas, puede brindar un apoyo integral y significativo en el tratamiento de dificultades del desarrollo, mejorando la calidad de vida y el desarrollo de los niños.

Conclusiones Psicomotricidad en la estimulación temprana: el viaje hacia el crecimiento pleno

En conclusión, a lo largo de este artículo hemos explorado el papel fundamental de la psicomotricidad en la estimulación temprana. Y su relación con el desarrollo motor y cognitivo en los primeros años de vida. Hemos destacado su enfoque integral, considerando aspectos físicos, emocionales y cognitivos en el desarrollo de los niños.

Además, hemos comprendido que la estimulación temprana, a través de la psicomotricidad, es crucial para potenciar el desarrollo de los niños en áreas clave como la coordinación, equilibrio, habilidades motoras finas y gruesas, así como su capacidad cognitiva, social y emocional.

Hemos resaltado la importancia del juego como herramienta fundamental en el desarrollo psicomotor, promoviendo el aprendizaje, la creatividad y la exploración del entorno.

Además, hemos mencionado diversas estrategias y actividades prácticas que padres y educadores pueden implementar para estimular la psicomotricidad en el día a día. Tales como el juego libre, actividades manipulativas, juegos de movimiento, juegos sensoriales y juegos de equilibrio y coordinación.

También hemos destacado la importancia de evaluar el desarrollo psicomotor en la estimulación temprana. Utilizando herramientas y métodos de evaluación adecuados para monitorear el progreso de los niños. Y adaptar las estrategias de estimulación de manera individualizada.

Por último, hemos enfatizado que la psicomotricidad puede ser un apoyo invaluable en el tratamiento de dificultades del desarrollo. Como los trastornos del espectro autista, trastornos del desarrollo psicomotor, retraso del desarrollo global y trastornos del aprendizaje.

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Pedro José Banda Orosco
Pedro José Banda Orosco
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1 mes atrás

Excelente muy buena información me gustó muchísimo todo lo pude asimilar de este artículo.

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